jueves, septiembre 17, 2009

Rastrillo...¡y se acabó!


Como algunos de ustedes saben, el año pasado monté un rastrillo en el patio trasero de casa de mi abuela con la intención de poner a prueba un negocio jamás visto antes en la isla y... ¡¿para qué negarlo?! financiarme las vacaciones de Navidad.

La idea inicial fue mi simple, porque lo que hice fue vender ropa de primeras marcas, bisutería y ropa vintage, con la particularidad de que todo era de segunda mano. Por las noches llenaba de velas el patio y servía un maravilloso vino blanco de El Grifo, cortesía de los tíos Otamendi ;-), con lo que se formaban unas tertulias muy divertidas con gente muy peculiar.

Pues esta combinación de ropa de segunda mano buena y barata mezclada con el mejor vino blanco de la isla tuvo una enorme aceptación, añadiéndole mis dotes innatas de venta tuvo como resultado un buen recuerdo y muchas ganas de repetir la experiencia por mi parte, y por parte de las personas que acudieron.

¿Qué quiero decir con esto? Pues que este año no debo repetir lo mismo exactamente del año pasado. Debo añadirle un elemento que sea un factor sorpresa, algo que lo distinga del año anterior y que además tenga éxito. Lo sé, no es fácil, pero en eso consiste, en autosuperarse y ponerse a prueba constantemente. Debe ser extraordinario.

Por otro lado, con la experiencia del año pasado, se formó de manera natural e involuntaria una pequeña tribu alrededor de mi rastrillo, las compradoras habituales. ¡Venían todos los días! Y ellas serán las encargadas de extender la voz de que este año, el Patio de la Abuela vuelve.

¿Y por qué lo harán? porque es una idea fácil y rápida de transmitir, llena un vacío, con un producto fácil de comprar, en un lugar donde se pasa bien y al que traer a tus amigas. Ideavirus en acción.

Esa es la mejor publicidad que se pueda encontrar, tus clientes, tu tribu. Olvídate de la publicidad interruptiva, de la publicidad en radio o en TV, folletos, etc. Molesta, interrumpe y es inútil y cara.

Seguiré cavilando para montar el rastrillo, ya les contaré...pero creo que será ¡otro éxito total!