lunes, febrero 01, 2010

Buscar trabajo es como encontrar novio. Cuestión de actitud.





De sobra sabemos que en esta vida las cosas se ven de una manera u otra según la actitud con que la afrontes. Para mí, esa actitud se extiende a los cuatro costados de nuestras vidas y repercute desde el primer pensamiento de la mañana, hasta el último acto del día.

Hace ya un tiempo que muchas personas vienen hablando de la búsqueda de trabajo a través de las redes sociales. Yo, una de ellas, pero la mayoría lo enfoca desde un punto de vista del que yo no estoy tan de acuerdo. En mi opinión, este mecanismo que califican como súper-novedoso no difiere del sistema clásico por el cual la empresa omnipotente busca candidato idóneo imponiendo las normas de selección, de actuación, de trabajo y el sueldo a ganar, mientras que el supuesto candidato tendría que sentirse absolutamente agradecido y feliz aceptando por imposición todas las condiciones de la empresa contratante.

Y...un momentito por favor! pero siento decirles que las cosas han cambiado, y mucho! porque ahora está empezando a mandar quien tiene el poder de la experiencia en sus manos, la seguridad y autoconfianza suficiente como para ser consciente de su potencial y quien sabe que se ve en la tesitura de elegir y de no parar hasta conseguir lo que quiere.

Está empezando a fraguarse una pequeña revolución en la red donde el punto en común entre todos sus integrantes es que no nos gusta, ni aceptamos la mal entendida seguridad que impera en nuestra sociedad y en la que, o entras, o estás excluido. Y porque no hay más inseguridad que estar a las órdenes de un empresario que sólo le preocupa su cuenta de resultados. No hay nada más peligroso que la seguridad porque…llega una crisis y todo tu castillo de naipes, se desmorona.

Somos una generación calificada de X porque no sabían como calificarnos. No montamos revoluciones, ni corrimos delante de los grises, ni protestamos por nuestros derechos, ni nos rebelamos contra el sistema...pero yo pienso justo lo contrario. Ahora mismo, mi generación se caracteriza porque estar luchando contra viento y marea porque sus sueños se cumplan, por inconformistas. Somos valiosos por nuestras habilidades intangibles (experiencias personales) y por nuestro bagaje profesional.

Estamos sufriendo las consecuencias de una política de empleo que ha tenido como resultado trabajos no cualificados para los más cualificados del país, cobrando sueldos míseros que no nos han permitido independizarnos y que nos han obligado a retrasar nuestros planes personales.

Pero...somos el resultado de nosotros mismos y es por eso, que muchos de nosotros hemos dicho que se acabó lo que se daba. No hay que esperar por quién por ti no espera.

Realmente se está originando un movimiento social-profesional donde el factor humano es lo imprescindible. No nos interesan los CV ni las jobs descriptions. Nosotros aportamos valor, y si eres capaz de percibir qué hay detrás de una formación, del tipo que sea, y descubres el talento que hay en nosotros, entonces te mereces que estemos en tu empresa.

Nosotros no buscamos trabajo, es la empresa la que nos encuentra, y nos encontrará vía red social. Es el mundo manejado por personas, no por empresas.

Escúchanos primero, hablemos después.

Somos una tribu, y tenemos un interés común: el darle la vuelta al sistema profesional actual. Nuestro CV no es nuestra fachada, somos personas con talento, seguros de nosotros mismos. No nos avalan nuestros títulos, nos avalan nuestras capacidades personales potenciadas, de manera que nos hacen únicas en el mundo.

No buscamos trabajo, sino un jefe o un medio por el cual ganarnos la vida donde nuestras mayores armas sean nuestras habilidades.

Nuestro modo de comunicarnos es vía Internet. Plataforma social media. El poder de la tribu tiene que ver con las personas, no con el medio. Queremos que algo suceda: el cambio de paradigma, de status quo imperante en nuestra sociedad que nos tiene esclavizados en un sistema profesional basado en una job description mileurista y sin esperanza.

Hay una necesidad: la necesidad de miles de jóvenes preparados de trabajar pero, sobretodo, con unas fortalezas innatas y adquiridas que aportarían valor a una empresa si sus integrantes son capaces de descubrirlas.

Hay un sentimiento de hartura: Hartos de depender de una sistema que no hace nada por nosotros, sólo reducirnos a un desempleo cada vez más desesperante.

Nuestra tribu es una tribu solidaria, nos ayudamos todos en nuestra necesidad de búsqueda de trabajo a través de la red. Somos muy curiosos y no paramos de adquirir conocimientos, pero no asistimos a cursos de universidades prestigiosas, sino que nosotros elegimos lo que queremos aprender y cómo. Ya no hay sitio en nuestras paredes para más títulos que sólo nos han servido para ser unos mileuristas esclavos de la seguridad.

El factor humano es lo imprescindible para nosotros, y nos regimos por la vida siendo muy conscientes de nuestra responsabilidad individual: Hacemos de nuestra vida lo que queremos, porque es nuestra y llegaremos donde nos lo propongamos.

Nadie nos va a decir más cómo debemos ser, ni qué debemos hacer. Somos fieles a nuestras entrañas y vivimos conectados, pero a nuestro corazón. O en otras palabras, somos auténticos.

Y como dice mi amigo Simone Brunozzi, al encontrar el mejor trabajo el mundo y a la mejor mujer del mundo, (que sepan que tengo sus mismas ambiciones, pero a mi me gustan los hombres ;-)), evangelista de tecnología en los servicios web de Amazon, cuando buscas un empleo, o una mujer, es mejor concentrarse en pocas oportunidades y dar todo de uno mismo, y no apuntar a las decenas de posibilidades que se te presentan cada día de tu vida.

¿O acaso te harías novio del primero que se fije en ti sólo por tenerlo? mmmmmmm NO!