jueves, junio 03, 2010

Todo es posible

El fin de semana pasado hice una pequeña incursión por los tallers Oberts de Ciutat Vella en el barrio del Raval, en Barcelona. Fue un maravilloso descubrimiento por diferentes talleres y tiendas en este precioso barrio en los que me encontré verdaderas demostraciones del reflejo de la imaginación humana hecha realidad.

En unos talleres vi una lámpara hecha con platos de una vajilla, en otros te invitaban a traer tus calcetines viejos y hacer caritas con los mismos con retales, en otro habían muebles confeccionados con piezas recicladas, en otro se vendía ropa vintage hecha con otras prendas y, el que más me gustó fue un taller regentado por una señora de unos 70 años en el que todo lo que había en el mismo lo había hecho ella.

¿Por qué me gustó? pues porque era el más moderno, el más transgresor y el más divertido.

Les enseño una foto que me quise hacer en esta especie de portal de belén en el que el papel de niño Jesús está interpretado por una foto de Franco, y la mula y el burro son dos peluches, uno un peluche del Barça y el otro es un león. El resto del pesebre eran utensilios antiguos de ferretería. Era una auténtica burla hacia el caudillo.


En otra parte del taller habían fotos de homosexuales besándose y en la parte superior de las fotos había colocado racimos de uvas colgando con una nota que decía: Desde el paraíso.

Y ahora, la pregunta que se formularán es, ¿por qué has escrito este post? Y la respuesta es que esta clase de sitios regentados por este tipo maravilloso de personas me demuestra que todo es posible, y sólo hace falta poner voluntad y creer en sí mismo para hacerlo real.

Y mi reflexión es: Si en el mundo offline veo demostraciones a diario que me enseñan que hay máxima libertad para hacer lo que uno quiere y conseguir los objetivos que se propone, ¿por qué todavía en el mundo online hay tanto miedo de cruzar la barrera y demostrar que realmente nada es imposible? Este es el miedo que las empresas deben quitarse de encima y empezar a construir y sumar en el mundo online.

Soy consciente que para esto se requiere tiempo y evangelización, y hay que pasar por ese proceso y saber que la "conquista" es lenta y dura, pero estoy dispuesta a pasar por ahí con toda la confianza de que al final las empresas verán claro que es un universo lleno de oportunidades. Desde la Aerco ya hemos empezado este proceso.

Yo sueño con que llegue ese día, pues para mí nada es imposible.