martes, septiembre 01, 2009

¿Coser? y...cantar


Tengo como clienta a una costurera artesanal. Es una mujer joven, enérgica, con mucha chispa, con fuerte carácter y, sobretodo, con muchas ganas de prosperar.

Nos conocimos cuando yo monté mi rastrillo navideño en el patio de casa de mi abuela, la invité a entrar y que mirara. No recuerdo si compró algo o no, pero lo que sí recuerdo es que hice una clienta.

Hace dos meses que Raquel (es así como se llama mi costurera) y yo, nos pusimos manos a la obra con la intención de que su negocio prosperara y saliera a flote tal y como se merece.

Tras hacer un análisis de su estructura interna, ver cómo trabajaba, cómo se vendía, qué tipo de clientela tenía y cómo se dirigía al público decidimos darle una vuelta a su negocio y convertirlo en algo divertido y, sobretodo, rentable.

Lo primero que nos propusimos es convertir el arte de la costura en algo extraordinario, que no fuera aburrido, y eso lo empezamos a confeccionar a través de sus alumnas de clase de costura. Es decir, su negocio se fue transformando a través de sus clientas y nuestras reuniones, de manera que había una continua interacción entre Raquel y yo, y Raquel y sus clientas.

Lo primero que hicimos fue entregarles a cada una de sus clientas un sobre con una carta dentro en el que habían confeccionadas tres preguntas:

¿En qué te puedo ayudar? - ¿Qué es lo que te gusta? - ¿Qué introducirías?

Las respuestas fueron realmente reveladoras, pues provocaron un doble impacto: Primero, el mensaje que transmitimos con esta iniciativa fue que lo que más le importaba a Raquel eran sus clientas, por lo que eso fue lo que les estimuló a responder las preguntas con mucho entusiasmo y segundo, obtuvimos una información muy valiosa, pues nos colocó en la direccion correcta.

Si quieres que tus clientes sepan que son tu prioridad, pregúntales qué harían en tu lugar, qué opinión tienen acerca de cómo desarrollas los servicios a los que se dedica tu empresa, si has satisfecho sus necesidades y qué otras puedes cubrir. Descubrirás muchas cosas y te sorprenderá la creatividad de tus clientes.

Ya estamos en fase de implementar medidas sugeridas a través de la encuesta realizada. El siguiente paso que haremos es la "venta" de su negocio.

Raquel tiene que recopilar más clientela, tiene muy poca, aunque altamente satisfechas, y justamente estas van a ser las que nos van a ayudar a dar el paso para darnos a conocer: Serán las clientas las que vendan su negocio, no ella.

¿Pero cómo lo estamos haciendo? Pues a través de sus clientas más fieles, con las que tiene más confianza, en definitiva, las clientas que le están dando permiso las que vayan a "transmitir el mensaje".

Es decir, serán sus transmisoras, y hemos confeccionado un mensaje, que es el que ellas se esncargarán de expandir, fácil de transmitir, que entran ganas de compartirlo con los demás. Pero esto pertenece a la segunda fase, así que habrá que esperar al siguiente post para ver cómo lo hemos implementado ;-)


domingo, agosto 30, 2009

Responsabilidad


Una de las mejores maneras de enfurecer a un cliente es eludir la responsabilidad. Las líneas aéreas lo hacen, los contables lo hacen, los abogados lo hacen, los médicos también lo hacen...en el aspecto personal ocurre lo mismo. Eludimos responsabilidades.

La actitud más cómoda y más fácil que podemos adoptar a la hora de afrontar la vida es no asumir las consecuencias, y por ende la responsabilidad, de nuestros actos. Lo cómodo es culpar a alguna circunstancia, a alguna persona o incluso a algún acontecimiento desafortunado del pasado.

Una de las lecciones mas importantes que he aprendido en mi vida es que todo lo que rodea a mi vida, llamémosle circunstancias, están bajo mi responsabilidad y han sido producto de mis actos y decisiones y, desde un punto de vista más positivo, esto quiere decir también que mi vida está en mis manos y puedo hacer con ella lo que quiero y llegar a ser lo que me proponga.

Una vez que se aprende a adoptar esta mentalidad que te hace sentir que todo está en tus manos, hace que veas oportunidades donde antes no veías nada, te enseña a mirar con el cerebro y no con los ojos y a manetener un diálogo contigo mismo mucho mas inteligente y con otra perspectiva mas abierta, porque no hay límites.

Sinceramente, no soporto a la gente que no hace otra cosa que lamentarse de lo que le ocurre en sus vidas, de sus conversaciones que no mantienen un tono entusiasta hacia la vida y que su actitud es derrotista respecto a todo lo que acontece. Salvo en casos excepcionales, siempre puedes volar hacia el destino que consideres la mejor vida que puedes vivir.

No se puede tampoco malgastar tu preciado tiempo de vida en satisfacer las expectativas ajenas porque en esta vida cada uno de nosotros esta destinado a vivir una vida que le corresponde al 100% con una función determinada que sólo sabremos cuál es escuchando a nuestro corazón, sin miedo.


Volar o morir...esa es la cuestión.