sábado, enero 02, 2010

Otro punto de vista. De noche es otra mirada

La Graciosa vista de noche. Vuelta a casa por una de sus calles principales. En la oscuridad silenciosa, detrás de las ventanas mil ojos observan atentamente lo que ocurre.
Atardecer desde el barco en compañía de amigos que han dejado sus preocupaciones en tierra.
La luna graciosera. Enigmática como la tierra a la cual ilumina.
El risco observa atentamente la vuelta a casa. Acercarse a la base de este gigante es una de las experiencias más especiales que existen. Toda esta isla es energía.
La estela que indica lo que dejamos atrás.
Desde la oscuridad las imágenes captadas adquieren otra apariencia. Algunas parecen ser incluso un lienzo, o pueden suscitar dudas acerca de la veracidad de la mismas por la belleza que transmiten.

La Graciosa vista de noche. Sólo unos rincones, los que frecuenté estos días. Si esta isla se caracteriza por su misterio, de noche esta sensación se palpa en cada grano de arena.
Otro fin de año mágico porque no fue convencional. Gente nueva, gente de paso, viajeros. Conversaciones trascendentales, o no, pero otros puntos de vista se miran de frente con los míos, y los míos se lo agradecieron.
Gente amable, divertida, con infinitas ganas de vivir. Las personas que hemos visitado este lugar sabemos que un día aquí equivalen a 3 ó 4 en cualquier otro lugar. Conversaciones con los pescadores, cervezas intercambiando historias, aprendizaje proveniente de hombres curtidos que, después de varios años, brindan por mí. Todo un honor.
Bailes en la playa, alegría sana, amistad en su pura esencia. Reencuentros con amigos de la universidad y una mágica puesta al día de estos últimos 15 años. Miro al frente: mi isla. Me recuerda que en 15 días la abandono de nuevo. Me regala la vista de su tierra más fértil. La ilusión de una vida nueva.

jueves, diciembre 31, 2009

El año del Tigre


Soy deleitable paradoja.
El mundo todo es mi escenario.
Con mi fuego abro sendas;
Lo inalcanzable busco
E intento lo nunca intentado
Con gozoso abandono
Danzo a la música de la vida.
Venid a unirnos a mi ronda.
Ved las miríadas de colores,
Y las luces destellantes del tiovivo.
Todos saludan en mí
Al sin par comediante


En este año que entra, un año en el que, siendo dueña de mi vida, me dirijo hacia lo que me hace más feliz y, desde el entusiasmo que esta sensación provoca, les deseo un final de este año y entrada del próximo inmejorable.

El año que entra es el año del Tigre, horóscopo chino al cual pertenezco, pero soy de la idea de que todos los años han sido mi año.

Estoy a pocas horas de coger el barco y dirigirme a La Graciosa, mi isla preferida, y deseando reunirme con mis amigos y celebrar el fin de año en vaqueros y a la orilla de la playa.

No voy a hacer ningún tipo de balance del año transcurrido, ni me hago ilusiones para el que entra. Sólo voy a decir que somos el resultado de nosotros mismos y que hacemos de nosotros mismos lo que queremos ser.

Desde el lado optimista de la vida, les doy a todos las gracias por acompañarme en este año 2009 leyendo y comentando mi blog. Los llevo a todos en mi corazón.

Hasta el año que viene!!!


lunes, diciembre 28, 2009

Volver a mi infancia

No hay nada como volver a la infancia cuando uno está perdido. Alojarse en los recuerdos de tu niñez más feliz, pasear por los recuerdos más entrañables y las situaciones más divertidas.

No hay nada como sentirse arropado en el pensamiento del pasado, pero sin nostalgia, sino con regocijo.

No hay nada como hacer un esfuerzo por recordar qué es lo que más te gustaba hacer cuando eras niño, a qué dedicabas tu tiempo de manera involuntaria y, sobretodo, recordar lo que mejor se te daba hacer antes de recibir toda la información que a lo mejor distorsionó tu esencia...ahí puede que esté la respuesta a la pregunta que te llevas formulando tanto tiempo.

Yo ya lo descubrí....

domingo, diciembre 27, 2009

Las dificultades del comienzo



Todos sabemos que las épocas de evolución presentan dificultades al inicio, pero también debemos saber que estas dificultades son el nacimiento de todo aquello que está en formación.

Hasta hace no mucho tiempo fui una persona que se agobiaba por lo más mínimo. A la mínima dificultad se me venían abajo todos los planes de continuar, y eso ocurría porque no era consciente de que la dificultad forma parte del comienzo y, lo que es más importante, del éxito.

Cuando comenzamos algo en nuestra vida el peligro siempre está presente, pero las perspectivas son favorables si somos perseverantes. Al principio todo es caótico y oscuro, pero es importante no estar solo, porque es en estos momentos, en los que todo parece no tener salida, cuando más necesitamos ayuda para combatir el caos, pero sin dejar de actuar.

Hay otro factor importante, y es que en el caos de las dificultades del comienzo existe una predisposición al orden, por lo que debemos armarnos de fortaleza mental y organizar este inicio de éxito desordenado aprendiendo, no sólo a separar, sino también a unir.

Obstáculos. Siempre hay obstáculos. Duras pruebas que se nos ponen delante y, en ocasiones, pueden hacer que perdamos la esperanza pero...mejor parar y reflexionar porque es en estos momentos cuando debemos esperar prudentemente concentrados y no intentar conseguir nuestra meta a todo trance, pero sí tenerla presente. Es en estos momentos en los que llegan los colaboradores que sólo acudirán si has obrado con ellos modestamente, sin presunciones.

Así se atrae a las personas que valen la pena y con cuya ayuda se puedan combatir las dificultades.

Una de las cosas buenas que tienen las redes sociales, y esta es una razón importante por la cual a mi me gustan tanto, es que aparecen en escena personas que realmente quieren ayudarte. Aportan información o te dan un contacto clave y preciso. Tanto en Facebook como en Twitter he obtenido ayuda inestimable por parte de personas que no conozco personalmente, y desde aquí quiero mostrarles, una vez más, mi sincero agradecimiento.

En tiempos de dificultades, nos encontramos con impedimentos pero puede pasar que se nos ofrezca la inesperada ayuda de alguien con quien no teníamos ninguna relación, y estamos tan mal acostumbrados a la solidaridad desinteresada que casi siempre pensamos que se nos trata de engañar.

No es malo ser cauteloso y estudiar la situación, pero si de algo me ha servido esta parada técnica de más de 2 años en esta isla es para comprobar que la esencia del ser humano es buena y que las buenas intenciones traspasan las fronteras del teclado llegando mucho más lejos de lo que imaginamos.

La tempestad trae alivio de las tensiones y nuevamente las cosas retornan a su tranquilidad.