No hay nada como volver a la infancia cuando uno está perdido. Alojarse en los recuerdos de tu niñez más feliz, pasear por los recuerdos más entrañables y las situaciones más divertidas.
No hay nada como sentirse arropado en el pensamiento del pasado, pero sin nostalgia, sino con regocijo.
No hay nada como hacer un esfuerzo por recordar qué es lo que más te gustaba hacer cuando eras niño, a qué dedicabas tu tiempo de manera involuntaria y, sobretodo, recordar lo que mejor se te daba hacer antes de recibir toda la información que a lo mejor distorsionó tu esencia...ahí puede que esté la respuesta a la pregunta que te llevas formulando tanto tiempo.
Yo ya lo descubrí....
3 comentarios:
mani estás lindísima vestida de pipi por dios. tienes toda la razón, el origen siempre atrás, en otras épocas: el origen de las malas pulgas, de los complejos, de los orgullos infundados, de las incongruencias, de las verdades, de nuestra idiosincracia al fin... volver atrás y revisar. arduo trabajo amiga mía.
Husmear en tu infancia y sentir regocijo...q lindo si pudiera decir algo asi...de nuevo me encanto leerte, un besito...
Héctor
Innovar, en muchas ocasiones, consiste en volver a los orígenes. Pero a veces de lo que se trata no es necesariamente innovar, sino recuperar la esencia perdida, o maleada.
Gracias Mari Jose, gracias Héctor.
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