martes, abril 21, 2009

"Relaciones virtuales" y construir relaciones largas y duraderas


Siempre tuve la errónea creencia de pensar que las relaciones virtuales eran superficiales, y ahora mismo, pienso justo lo contrario. Es más, incluso he llegado a mantener relaciones de amistad online mucho más duraderas y sinceras que en mi vida offline.

En mi vida diaria invierto tiempo en mantener y cuidar mis amistades online. Por otro lado, también invierto mi tiempo diario, y mucho, en leer y documentarme a través de los blogs que me aportan valor. Son verdaderas academias del conocimiento y siempre he intentado, algunas veces con éxito y otras no, localizar a su autor e intentar construir una nueva relación virtual duradera y fructífera. 

Mi primer objetivo al hacer esto fue rodearme de gente que me aportase conocimiento y aprendizaje y, en segundo lugar, para saber cómo hacían para que sus blogs crecieran de esa manera. Siempre les escribo, tengo la manía de contactar con todo el mundo sobre el que siento admiración. Mi mensaje es corto: “Gracias por inspirarme y enseñarme a través de tu blog. Eres muy generoso por compartir tus conocimientos.” Nunca les pido que visiten mi blog, ni que me lean. Si quieren, lo hacen. Y sino quieren, pues no lo hacen. Y es que si le pido a alguien con el que no me une ningún tipo de relación o sin haberme respondido a la pregunta de “¿por qué iban a leerme?” no creo que me hicieran caso y que les iba a interesar aún menos que si no se los sugiriese.

ENTENDER LO QUE LA GENTE QUIERE:

La gente sigue a otra gente para entretenerse, estar bien informados e inspirados, por lo que el contenido de mi blog tendrá necesariamente que satisfacer alguno de estas necesidades. 

Uno de los mejores cosejos acerca de cómo dirigirse a la gente online lo leí en pick the brain, donde decía que en su página web llegaron a un punto en el que tuvieron que dar media vuelta desde donde se encontraban, que era el punto de vista de lo que ellos querían, hacia el punto de vista de lo que los lectores querían. Y esta visión fue la que marcó su propio éxito.

Es un gran consejo, y el feedback que recibiré de mis lectores lo marcaré yo plasmando en este espacio el tipo de información, entretenimiento o inspiración que ciertas personas necesitan. 
De este modo sólo me queda por lanzar al ciber espacio dos preguntas:

¿Por qué lees Sofi in the city?

¿De qué manera puedo ayudar a otras personas?


lunes, abril 20, 2009

No tenemos que vivir la vida que los otros esperan que vivamos





Una de las cosas que nos planteamos, como mínimo veintena de veces cada año, es qué queremos hacer con nuestra vida. Esta pregunta está muy bien que nos la hagamos, pero también corremos el riesgo de plantear la cuestión y, en medio de la confusión en la que nos encontramos, tomar un comentario o sugerencia que nos digan como guía a seguir.

Es fundamental que hagamos la vida que queremos hacer, que sigamos la senda de aquello que hemos anhelado siempre, o de lo que realmente te inspira. No es fácil en absoluto caer en la cuenta de aquello en lo que deseas concentrar todas tus energías, más bien al contrario, pero la pregunta es...¿Y quién me lo va a impedir? Ojo, porque puede que le estemos dando permiso a más gente de la que creemos para que se crean con el derecho de opinar o de guiar nuestras vidas.

Otra cuestión es, quiero alcanzar el éxito. Estupendo, considero que la ambición bien entendida como crecimiento personal continuo es infinitamente enriquecedora, pero...

¿Cuál es la definición de Éxito?

Mi definición particular de éxito es aquello que hago todos los días. Cuando me presentan a alguien y me hacen la famosa pregunta de...Y tú, ¿a qué te deidicas?  Y yo contesto, soy emprendedora. Sí, estoy emprendiendo mi propio proyecto empresarial y personal. Estoy en medio de la fase de start up personal y empresarial.

Éxito, para mí, no es ganar dinero, porque el dinero deberíamos entenderlo como una consecuencia de lo que haces y no como un objetivo, sino que éxito es lograr mis pequeñas metas a diario.

En este proceso es conveniente que nos rodeemos de la gente correcta y, lamentablemente, a partir de ahora, no existe cualquiera, ahora queremos atraer a la gente adecuada, y parte de este proceso consiste en ir apartando cuidadosamente a la gente que no nos aporta nada.

El primer paso a seguir es crear una historia convincente. Esto no significa inventarse nada, significa compartir con los demás tus ideas más interesantes, ideas elaboradas, reflexionadas y que has decidido compartir. Pero esto tampoco significa que toda la gente comparta nuestras ideas ni les convenzan.

Yo tengo que contarles que he estado la mayor parte de mi vida adulta trabajando por cuenta ajena, que un día me cansé, por una parte, de llevar siempre la misma vida sujeta a unos horarios y a unos jefes, y por otra, de perder un tiempo maravilloso que lo podía invertir en concentrar toda mi energía, hasta que un día salí a la calle con la intención de sentir y de rastrear todos los rincones de la ciudad y de mi ciudad interna con la finalidad de ver satisfechas mis ansias de autosuperación constantes. Este proceso no acaba nunca, pero la cuestión es que hace ya algún tiempo que lo empecé y que ya me encuentro en un punto donde ya no hay retorno. 

Esta historia brevemente expuesta no tiene por qué convencer a todo el mundo, pero sí que tiene que convencer a mi audiencia. 

Y tú, ¿Cuál es tu historia? De nuevo he decirte que no hace falta que convenzas a todo el mundo, pero sí que gustes a tu audiencia. 

Hay miles de voces ahí fuera, y una manera de atravesar el ruido es el contenido de tu insignia.