Hace unos días que llevo leyendo en la red comentarios y posts de entendidos de este medio, en todas sus variantes, que hay mucho intrusismo en su profesión y que se ha puesto de moda este sector llenándose de indocumentados en la materia.
Incluso, alguno enumera en una lista de unos 30 puntos todas las características o no características de estos nuevos profesionales, excluyendo en la misma, a más de la mitad de las personas a las que les gustaría dedicarse a esta profesión. Por lo que si nos guiamos por todo lo que leemos y hacemos caso a tales referencias, ese campo se queda para los más puristas y verdaderos entendidos en la materia, sin dejar sitio a los lo intentan.
Este discurso yo lo habría entendido, e incluso defendido, en otra época. En la época de bonanza, en los momentos en los que disfrutábamos de empleo, cualificado o no, pero había ingresos en nuestra cuenta todos los meses.
Pero en estos días de crisis económica brutal, en la que a quienes nos azota el paro desde hace tiempo, sólo pensamos en salir para adelante, y con todas nuestras fuerzas, les puedo asegurar que el discurso que utilizamos es otro completamente distinto. Podríamos definirlo como un discurso en el que haciendo uso de nuestras habilidades, unidas a nuestra experiencia, más nuestros estudios, con un condimento de destreza, elaboramos nuestra profesión, la que nos de los garbanzos al final de mes.
¿Resulta que los ingredientes del plato dan como resultado el oficio al que tú te has dedicado y estudiado toda tu vida? Pues habrá que hacer sitio, porque los nuevos profesionales vamos a invadir el mercado, y no ha sido por otro motivo que por mera supervivencia.
¡Ah! Advertencia: llegamos con mucha fuerza y empuje porque lo hemos pasado muy mal por el camino, con lo que ya nada nos puede parar.
Is it safe? No!! Then, I love it!!
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