Hace muchos años que soy aficionada a la lectura y puesta en práctica, en la medida de lo posible, del TAO y del I Ching (éste a su lectura, pues no soy muy partidaria de las artes adivinatorias, prefiero que la vida me sorprenda).
Lo que más me enseñaron, y me siguen enseñando, estas filosofías es la recompensa del trabajo constante y la perseverancia, pues nada es inmediato, y todo lo que merece la pena cuesta trabajo, y mucho. Desde el trabajo, hasta todas las cuestiones de la vida personal, y es por eso que hay que tener mucha fe, creer ciegamente en uno mismo e ir sin miedo por la vida.
"Al escalar la montaña, hay que soportar el camino inclinado;
al caminar por la nieve, hay que soportar el puente peligroso"
La palabra soportar tiene mucho significado. Al ver vidas llenas de frustraciones es cuando nos damos cuenta que las personas, por no mantener su habilidad de soportar caen en desgracia y frustración, y muchas de ellas echarán la culpa de sus males a todo lo que les rodea, salvo a ellos mismos.
El ser humano es ilimitado, los límites nos los ponemos nosotros.
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