Camino por la calle mirando hacia el suelo y me voy dando cuenta que soy una mujer que ya no quiere hacer más guerras, ya he participado en muchas. Soy una mujer que sabe lo que te puede derrumbar.
Camino por la calle segura, sin pensar en nada. Miro a la gente con indiferencia, pero después de tanto luchar, y de saber que la lucha continúa sé que han vuelto esos momentos en los que una mirada me vuelve a emocionar.
Ya la vida no es tan fácil como antes que podía comerme las fresas del camino. La vida es un escalofrío que vuela lejos, es un equilibrio por encima de la locura.
Pero a lo mejor este es el sentido de nuestro viaje, a lo mejor nos debemos sentir al final un poco mal. A lo mejor al final de este post alguno encontrará el coraje de enfrentarse a los sentimientos de culpabilidad y eliminarlos de este viaje, sólo para poder vivir de verdad cada momento con sus turbulencias y como si fuese el último.
Camino por la calle rápido, rápido. Ya es de noche, se encienden las luces de las farolas y la gente se va corriendo a sus casas a colocarse delante de sus televisores. Y un pensamiento se me pasa por la cabeza: A lo mejor no todo está echado a perder, a lo mejor algo todavía permanece intacto, a lo mejor es verdad que no todo ha sido una equivocación, a lo mejor es que tuvo que ser así. Y ahora qué puedo decir...fuera está lloviendo, qué sonido tan bonito!
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