Ordenando mi biblioteca

Sí, ya sé que hoy es día de Navidad y que es un día familiar, pero quise ordenar mi biblioteca porque está hecha un desastre!! Los libros de la carrera, mezclados con los de filosofía, los de ciencia con los de literatura....un desastre!!

Esto me ha servido para hacer un breve recorrido por ciertos rincones, a través de mis libros.

Al echar un vistazo a los libros de derecho siento una mezcla entre buenos recuerdos por los tiempos vividos y una...no sé si llamarlo así, pero quizás desviada dirección en la concentración de mis energías porque estudié con pasión muchas asignaturas de la carrera pero ejercí la profesión sin vocación ni ilusión alguna, motivo por el cual después me dediqué a tantas cosas. Vueltas que da la vida.

Mientras estudiaba la carrera, recuerdo pasar horas y horas en las librerías ojeando libros de filosofía y de pensamiento antropológico. Me apasionaba poder descubrir todo lo que ese tipo de conocimiento me pudiese transmitir porque intentaba entender el por qué del comportamiento de muchas personas y, sobretodo, intentaba entender el por qué de mi inseguridad de los veintitantos y, tiempo más tarde, fui averiguando en base a experiencia, que esas enseñanzas se encuentran en el interior de cada uno, y no fuera. Pero mientras tanto, me empapaba libros y libros buscando respuestas y formulándome más preguntas todavía. En otros casos lo hacía por aprender y saber más de temas que siempre me habían gustado, como el libro "Así es la biología" de Ernst Mayr, en el que le di un repasón a toda la base de la biología y, aunque algunos capítulos fueron difíciles por su lenguaje técnico, volvería a releerlo. Fue un aprendizaje fructífero.

Una de las temáticas que más me gustaron durante una época fue la biografía de las mujeres fuertes de la historia, como Cleopatra, Juana de Arco, Leonor de Aquitania, el personaje de Juana la Loca me fascinó y me horrorizó (Loca de amor, de Catherine Hernary- Vielle), realmente impactante su procedencia, su historia y su estirpe.

Paralela a esta tendencia fue la de Milan Kundera. Empecé con la "Insoportable levedad del ser" con 18 años y en los años de carrera me leí el resto de su obra. Siempre me cautivó esa mezcla entre filosofía y lógica humana. También pasó entre mis manos Bukowski y su Factotum, aunque confieso que lo leía antes de comer porque el tipo era bien asqueroso, pero muy divertido. O Jodorowsky y su Sicomagia, y su mensaje de que los hombres somos ilimitados. Los únicos límites son las barreras mentales impuestas por nosotros. No puedo estar más de acuerdo.

"En busca de Spinoza", de Antonio Damasio. Me fascinó la investigación sobre los sentimientos en el cerebro humano, y un repaso por la sabia filosofía de Spinoza.

La temática que siempre estuvo presente en mi librería es la sexualidad femenina y sus secretos, y les aseguro que tiene una infinidad de ellos. Los que más me han gustado son "Tu sexo es tuyo" e "Historia de la vagina". Son dos libros altamente didácticos y nada morbosos, bueno...en ocasiones algo. El tema lo requiere!! Estos libros se los recomiendo a las mujeres que quieran saber algo más de su sexualidad, pero sobretodo, a TODOS los HOMBRES.

Continuando con los libros de mi vida, hay una amplia sección de ellos dedicados al poder de la mente, a la física cuántica y a la influencia del universo y su fuerza en nuestras vidas. Estos temas siempre me parecieron fascinantes, pero me cautivaron del todo cuando a los 15 años, en Asís, Italia, un monje se me acercó y me dijo que desarrollara todo lo que pudiese el poder de mi mente y que utilizara todo lo que pudiese el lenguaje de la mirada, más que el de las palabras. Debo decir que le he hecho mucho caso, pero lo que sí me cuesta es hablar poco :-)

Y por último, los libros de mi mesilla de noche. Unos son de cabecera, que son mis joyas personales, como son el I Ching, el Tao te King, el Tao de las mujeres. Y otros son libros "recordatorios", porque sólo con leer sus títulos recuerdo muchas cosas que no quiero olvidar.

Aquí termina mi breve repaso librero, y ahora a encontrar un sitio en el que quepan ordenados. Eso lo veo más difícil.