¿Que se mueran los feos? La verdad es que no sé que haría sin ellos, y no es broma. La gente menos guapa, si nace con algo de gracia, la eleva a su enésima potencia, y este es el tipo de gente que me alegra la vida, durante meses, días, horas, un instante... pero me hacen soltar carcajadas, que es lo que nos da la vida.
En realidad, los que sobran en este mundo son los cobardes, los que nunca se arriesgarán por nada y nada obtendrán. Esos, que durante una reunión, cuando expones algo con fuerza y llevas la contraria, miran a su jefe buscando temerosos su aprobación porque son incapaces de mantener la mirada por no tener criterio, o los que no tienen las santas narices de seguir las pistas que las situaciones le están dando continuamente, ni son capaces de gritar en medio de la calle en un momento de subidón, ni se lanzan a vivir una aventura, porque no saben que cada día puede pasar de todo.
Este no es momento para cobardes, en ninguno de los sentidos. Ni personal, ni profesional. El momento cruel que estamos viviendo nos está diciendo a cada momento que este es el momento perfecto para salir a buscar lo que realmente estamos buscando, pero que no es momento de esconderse ni de quedarse quieto.
Este es un momento sólo para los valientes que arriesgan, y si las cosas no salen bien, no es que hayas fracasado, sino que todavía no has terminado.
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