Estos días he dado un paso más respecto a este blog, y es hacer algo más pública su dirección. Tengo que admitir que me da verdadero vértigo hacer públicas ciertas reflexiones, pero supongo que es el reflejo de pura vanidad, del miedo a sufrir críticas.
Sería de locos no percatarse de la época tan carente de dinero, valores, paz, sentimentos que estamos viviendo. Por una parte, es una época llena de cambios en la sociedad y, por ende, en las personas, y por otro lado, de retroceso brutal a la época de las cavernas.
En medio de esta jauría humana nos encontramos todos y cada uno de nosotros en nuestro universo particular y totalmente influenciados (o mal influenciados) por la información que nos llega del exterior y que tanto limita y acota nuestra área de libertad, tanto física como psíquica.
Los medios de comunicación nos tienen el cerebro completamente envenenado, nos creemos todo lo que nos cuentan y actuamos en consecuencia, sin ni siquiera comprobar la veracidad de la información.
Pero hay algo, hoy en día, que es evidente y con lo que los medios de comunicación se están cebando: la maldita crisis económica. Lo que está claro es que realmente existe, y que no es una invención de la tele pero la pregunta que yo me cuestiono es: ¿Hasta qué punto es bueno y saludable escuchar toda la información sobre la crisis económica?.
No sé si será bueno o malo, pero yo he optado por no escuchar nada más acerca de la crisis, ni hablar de crisis con mis amigos ni conocidos, y menos aún dedicarle un pensamiento, porque si lo hago me lo voy a creer tanto que no voy a hacer nada con ni en mi vida.
Así que aquí estoy, nadando en mi ignorancia y mucho más contenta que antes de tomar esta decisión de convertirme en una ignorante. De ahí el dicho "La ignorancia es muy atrevida", y es por eso que me estoy atreviendo a sacar pa'lante mi proyecto empresarial con todas mis fuerzas.
Si la ignorancia te da la felicidad, o te quita problemas, ¿Qué hay de malo en ser una ignorante?
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