lunes, marzo 01, 2010

Tal cual me siento. Lo confieso...




Queridos amigos lectores de mi blog, compañeros de "networkings varios", compañeros de aventuras y desventuras, creo que ha llegado la hora de sincerarse algo más de lo que he hecho hasta ahora! (¡¡Y créanme si les digo que tengo material para escribir 7 libros!!).

¿Alguna vez alguno de ustedes se ha planteado la pregunta de cómo debe sentirse alguien que desea decir algo abiertamente al mundo pero no puede por el miedo al qué dirán? Yo sí me lo he preguntado muchas veces porque he estado en esa situación y no quiero volver a estarlo. Creo que todos alguna vez nos hemos sentido así.

En este preciso momento, sentada delante de mi ordenador pienso que nos tenemos que dejar de tantas tonterías de querer aparentar fortaleza donde no la hay. Fuera de casa todos escondemos nuestras miserias y en los actos públicos todos somos super hombres y super mujeres. ¡No es cierto! y lo sabemos, pero a pesar de ello, seguimos creyendo que los únicos que sufrimos debilidades somos nosotros.

Yo confieso que tengo muchos miedos. Confieso que cada día por la mañana al mirarme al espejo me entra el vértigo de saber si seré capaz de afrontar este difícil reto que es conseguir trabajo en esta ciudad tan maravillosa, pero que sólo lo supero enfrentándome a él. Confieso que vivir con un reto permanente es apasionante pero también produce una enorme fatiga e inversión de energía que llega a la extenuación.

Hay momentos en los que gritaría al mundo entero que estoy cansada, que las fuerzas me flaquean y que me vengo abajo con todo el equipo. Hay momentos en los que realmente me gustaría "no existir" para volver a "existir"más tarde y haber pasado la tormenta y verme con mi vida algo más resuelta. Hay días que no quiero salir de la cama, ni ver la luz ni a nadie porque tengo las ganas desgarradas y el ánimo destruido. Hay días que la soledad del que no se rinde es tan fuerte que, aunque sabes que ese dolor te refuerza, en ese momento te destruye.

Dice Punset que en épocas de incertidumbre hay que ser osados y atrevidos. Desde luego estos momentos son de incertidumbre y total desconocimiento y venirme a BCN con 3 meses de tiempo ha sido una osadía y un atrevimiento o...sencillamente, un acto de valentía porque he de confesar también que cuando me veo en el espejo cada mañana veo a una guerrera con vértigo. Pero a una guerrera, con fuego en las entrañas y la fortaleza de un junco que, aunque lo azote el viento y crea que en los días de tormenta extrema va a partirse a la mitad, vuelve a la carga con todas sus fuerzas.

"El poder del cerebro es brutal" dice Punset. Y yo sé que es así, pues cada día al visualizar mi vida como quiero que sea, y al transmitirme fuerzas desde el último aliento que me queda antes de volver a recomponerme, siempre sucede algo...algo que deseé que sucediera. Y ahí siempre me digo: "¡Bien Manu! has vuelto a confiar en ti y en tu instinto y lo has vuelto a conseguir!"

Me muestro tal cual me he sentido. No todo son risas, ni heroínas incansables, ni luchas en los que salgamos sin un rasguño. Eso no pertenece a la realidad, y por eso no es creíble.

Confieso que quiero ser transparente y mostrarme tal cual soy.

13 comentarios:

Unknown dijo...

Eres sincera y bien que haces porque las personas estamos todas formadas por fortalezas y debilidades.Si no, no estaríamos equilibrados.

Pronunciarte tan claramente es lo que te hace ser lo que realmente eres: un ser humano. Pero no un ser humano cualquiera, sino uno sincero. Y ser sincero es la primera muestra de lo que valen las personas. Con sinceridad (para con los demás y para contigo misma) y PACIENCIA (¿te suena?) todo sigue estando ahí mismo. Delante de tus ojos y al alcance de tus manos, aunque hoy lo veas un poquito más lejos. Pero sigue ahí. Así que en este punto, agárralo más fuerte que nunca. No lo sueltes.

Un abrazo y a por ello!

David Soler dijo...

Poquito se puede añadir a un post tan sincero, directo y valiente como este.
Yo también confieso que tengo todos esos miedos y vivo todos los días entre la sensación de triunfo y la de fracaso. Y de dudas ya no hablemos.. de esas puedo regalar, pero creo que una mezcla de ganas, pasión, inteligencia y sentido común pueden con casi todo.

Un abrazo

Sofi in the city dijo...

Íñigo!!! La verdad es que ahora estoy como nunca, como un roble! pero creí necesario contar que no todo son heroicidades ni bacilones.

Ya sabes que si uno no es conformista y quiere sacar partido a todo su potencial, debe pasar por momentos muy fastidiosos pero bueno...que más se perdió en la guerra y que esto son tres baches que hay que pasar...después viene la llanura y...otros baches más. Y así, de manera consecutiva porque tampoco sabemos vivir de otra manera, es lo que tiene el continuo proceso de búsqueda de la verdad.

Gracias por tu honesto y emotivo comentario Íñigo.

Beso enorme,

Manu

Sofi in the city dijo...

Hola David!! Los dos tenemos en común muchas cosas, pero si en algo nos parecemos más es en que a pesar de los miedos nos tiramos a la piscina, llena o vacía!

Nos reiremos de estos momentos!!

Besos David!

Manu

RMB dijo...

Sofi, eres un soplo de aire fresco. Te confieso, y David lo sabe, que comparto contigo tus miedos y incertidumbre.
Y como tú, cada mañana tengo que sacar pecho y armarme de valor para afrontar el día, en la interminable búsqueda laboral.
Pero nadie dijo que la vida fuera fácil, y encontrar personas como tú, sinceras y honestas, es un alivio.
Porque, debo confesar que hay días que no sé ni por donde cojerlos. Como decía el poeta, "andando se hace camino, se hace camino al andar".

Un abrazo (y ánimo, vamos siendo tantos en esa piscina que mencionas, que ya caemos en blando...)

Gemma dijo...

También las personas fuertes y que dan mas esperanzas tienen derecho a manifestar sus sentimientos, tienen derecho a caerse , tienen derecho a mostrarse tal y como sienten , y que más bonito que ser fuerte por algo. Sin miedos , no hay esperanza, sin tristezas , no hay alegrias , sin .... mostrar todo esto es síntoma de ser humano :)
Siempre te queda , volverte a mirar al espejo y estar orgullosa por salir siempre adelante.

Sofi in the city dijo...

Hola RMB, que tal? Gracias por tu comentario.

Ya sé que somos muchos en esta situación, pero créeme que a mi eso no me consuela ni quiero consolarme. Esta es mi guerra, mi lucha y peleo con mis armas. Somos el resultado de nosotros mismos.

Beso!

Manu

Sofi in the city dijo...

Hola Gemma!! sabes cuando tienes el total convencimiento de que las cosas van a salir redondas? pues eso!

Beso enorme!

Manu

Anónimo dijo...

Es lo que tienen los cambios. Una fuerte inmersión en lo nuevo con toda la ilusión que eso conlleva. Pero lo nuevo trae nuevos retos que hay que superar todos los dias y cuyos perfiles no se conocen hasta estar plenamente expuestos. Entonces parar un poco, reconocer que duelen las agujetas, o ha salido un callo de la caminata viene muy bien para recordar el impetu de salida y retomarlo.
Posts como este nos recuerdan que la talla hay que darla todos los dias y si alguien como tu lo escribe nos ayuda a reaccionar antes. Gracias

Sofi in the city dijo...

Gracias amigo!! es u testimonio contado desde la perspectiva, no desde del dolor. Sino, quizás hubiera caído en victimismos.

Gracias por tu comentario!

Beso!

Manu

Anónimo dijo...

En ocasiones, cuando el camino se hace largo o árido -y esto lo saco de mi experiencia como senderista y ciclista de montaña- hay que recurrir a centrarse en el momento, en el siguiente paso, en el siguiente pedaleo. Uno tras otro, uno tras otro, con una meta que obtener, pero no centrados en la meta, sino en los pasos que se van dando.

Siento no poder explicarme mejor.

¡Saludos!

Sofi in the city dijo...

Angel, te explicas muy bien. Yo también soy senderista y sé muy bien lo que dices.

Mi padre me hacía el mismo paralelismo pero con los puntos en el tenis. Me decía que debía concentrarme en ganar el punto siguiente y no quedarme pensando en el que perdí, porque sino perdía el partido entero. Esto lo mismo.

Gracias Angel por tus comentarios.

Beso!

Manu

Anónimo dijo...

Asi mismo estaba yo esta mañana. Y nos reinventamos cada hora. La clave está en la transparecia y que salga, que no se quede dentro para mantener una imagen de intocable.